Tras la reunión de cuatro horas en Casa Rosada, el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, hizo hincapié en la cuestión de la coparticipación y remarcó la discriminación sufrida por Corrientes en materia económica.
«En el último tiempo nosotros perdimos un punto de participación. Nosotros teníamos la misma coparticipación que el Chaco, y durante casi 40 años estamos recibiendo un punto menos de coparticipación. Para que vean ustedes el castigo que se somete en gobiernos propios y ajenos a las distintas provincias que piensan diferente. ¿Qué es lo que pasó en los últimos tiempos cuando comenzó la democracia? El 52-54% de todos los recursos los tenían las provincias argentinas y el resto Nación, que fue sancionando leyes que únicamente servián a la nación para tener mayor poder discrecional y disciplinar las provincias argentinas. Es decir, tenemos un sistema constitucional federal, pero cada vez avanzamos hacia un sistema de unitarismo fiscal, donde la Nación se queda con todo».
El objetivo principal del Gobierno es aprobar sin dilaciones, sobre todo, las privatizaciones de empresas públicas y las facultades extraordinarias para el Ejecutivo. Durante casi cuatro horas, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, escucharon los reclamos de los distritos, y les plantearon como propuesta principal la restitución de la cuarta categoría de Ganancias, que implicaría un incremento de los ingresos coparticipables, a cambio de apoyo legislativo a la versión «con acuerdo» de la ley Ómnibus.
El Gobierno les dijo que aspira a que la suma de ingresos anuales de todos los distritos llegue a los 6 mil millones de dólares, según revelaron protagonistas del encuentro, por lo bajo. Pero Francos fue bastante menos específico al resumir la conversación: «Les presentamos a los gobernadores la versión de la Ley Bases sobre la que había consensos. Decidimos avanzar con todos esos aspectos que tienen consenso parlamentario: declaración de emergencias, facultades delegadas y protección a las grandes inversiones y régimen hidrocarburífero. La mayoría de los gobernadores estuvo a favor», deslizó el ministro, con optimismo, sin mencionar las desregulaciones ni la reforma del Estado, que completan la lista de prioridades que habían planteado como indiscutibles los libertarios.